viernes, 30 de marzo de 2012

Experiencias con los Sueños Lucidos

Hace casi un mes que comencé a practicar las técnicas para tener sueños lucidos, las mismas técnicas que comparto en mi blog, empece a programar mi cerebro para obtener la lucidez repitiendo las frases y realizando los test de realidad, con estas dos simples técnicas diarias conseguí tener varios sueños lucidos de niveles bajos pero escalonados hacia una lucidez mas clara, con un poco mas de tiempo espero obtener un poco de control sobre mis sueños lucidos. Aquí os escribo mis experiencias vividas hasta el momento.

El primer signo de lucidez en un sueño fue durante varios segundos donde yo caminaba en el interior de mi piso y al abrir una puerta me quise fijar bien en la puerta que estaba ante mi y contra mas me fijaba mas difuminada se veía, en ese momento sentía como iba perdiendo la lucidez y la sensación que yo tuve al intentar mantener la lucidez era como intentar aguantar el aire que había en mi alrededor pero la perdí. No es mentira si os digo o si alguna otra persona que haya tenido ya esta experiencia os dice que es una SENSACIÓN INEXPLICABLE Y  TOTALMENTE INCREÍBLE, merece la pena sin lugar a dudas a dar una oportunidad a una experiencia sin igual.

El segundo sueño lucido que tuve fue mas largo y un poco mas lucido. En esta ocasión me encontraba en la urbanización donde solía veranear hace unos años atrás, me encontraba en la carretera que cruzaba toda la urbanización, me di cuenta que había una señal de ceda el paso en el arcén de enfrente, preste atención a esa señal de ceda el paso y a sus letras, eran claras y podía leerlas perfectamente a lo que me dispuse a acercarme mas y cuando estaba justo en frente las letras se convirtieran en cuadraditos como si fueran pixeles. En ese momento me di cuenta de la textura que tenían las cosas en los sueños una vez te acercas lo suficiente como para poder tocarlas. Al cabo de unos minutos apareció un coche del cual descendió una persona conocida pero con otro rostro y yo no paraba de repetirle -Esto es un sueño lucido. No podía controlar para nada lo que ocurría en mi alrededor solo era un espectador lucido de un mundo onírico, lo cual para mi ya es bastante difícil mantener la lucidez como para tener control sobre las cosas, mas tarde si que pude obtener un poco de control por así decirlo ya que vi el descampado que había en mi urbanización y en mi sueño era como estar en el edén era algo divino, fui consciente que ese descampado no existía como mi sueño me lo representaba y lo cambie por su aspecto original en un simple descampado llego de malas hierbas.

He tenido muchos sueños en los cuales cuando adquiero la lucidez y hay alguien a mi lado no paro de repetir Esto es un sueño lucido, la gente que esta en mis sueños me hablan pero yo les digo como si intentara despertarles -eeeyyy que esto es un sueño lucido que es un sueño, que no es real. Sueños lucidos o mini lucidos ya que pierdo la lucidez a veces demasiado rápido.

En otro sueño lucido por segundos o por lo menos es lo que me parece a mi me encontraba en un balcón que estaba cubierto de tierra e intente apartar esa tierra con mis manos pero resulto imposible, no pude o no me acuerdo si la tierra atravesaba mi mano solo que no la podía mover no había forma, me di cuenta que mi control era muy bajo, acabe perdiendo la lucidez al cabo de unos segundos.

Estas han sido mis experiencias personales y REALES  por el momento en cuanto tenga mas sueños lucidos con mas control y tiempo de lucidez no tendré ningún problema en compartirlos con vosotros, gracias por dejar en comentarios vuestras propias experiencias con los sueños lucidos.


jueves, 22 de marzo de 2012

Mandalas




Mándala del Buda Sakyamuni, pintura tibetana.



                       
                      Mándala budista del Buda Vairochana rodeado de ocho adibuddhas y Bodhisattvas.




(Mándala de Vishnú) Dentro de las múltiples técnicas de relajación orientales, se encuentra la de pintar mándalas, los cuales son publicados en libros parecidos a los de los libros de colorear de los niños, donde viene el mándala sólo dibujado con líneas y el resto en blanco dispuesto para colorear. 
Esta técnica de relajación no requiere ninguna disciplina expresa, como puede serlo en otras, ya que quien está haciéndolo lo colorea según sus gustos estéticos e imaginativos. 
La pueden realizar personas de cualquier edad, siendo además que fortalece la creatividad.




 

(Mándala budista tibetano)
Los mándalas son diagramas o representaciones esquemáticas y simbólicas del macrocosmos y el microcosmos, utilizados en el budismo y el hinduismo. 
Estructuralmente, el espacio sagrado (el centro del universo y soporte de concentración), es generalmente representado como un círculo inscrito dentro de una forma cuadrangular. 
En la práctica, los iantra hindúes son lineales, mientras que los mándalas budistas son bastante figurativos. 
A partir de los ejes cardinales se suelen sectorizar las partes o regiones internas del círculo-mándala.






Bhaishayia-Guru (el Buda de la Medicina) junto a la diosa Pragñá Paramita en el centro.
 En la iconografía tradicional, Bhaisajyaguru suele ser representado como un buda de color azul, que deriva del lapis lázuli, piedra azul con diminutas vetas doradas asociada desde tiempos inmemoriales con la sanación de los enfermos, probablemente desde el tiempo de la civilización sumeria pudiendo estar asociada con la leyenda de la diosa Inanna (Ishtar), quien desciende al infierno para resucitar a su hermano amante y retorna posteriormente. Según la leyenda, Inanna llevaba consigo un collar de lapis lázuli que la protegió contra todos los peligros en su travesía por el Otro Mundo y le permitió tomar los siete poderes de la curación.
Según la tradición mahayana, existen una infinidad de budas, bodhisattvas y otras deidades menores y todos ellos representan los diversos aspectos de la naturaleza absoluta de Buda, como la compasión, el poder o la vacuidad. En este aspecto, el Buda de la Medicina recoge el aspecto de la sanación de los enfermos.


(Mándala kāla chakra)
Es muy probable que esta universalidad de las figuras mandálicas se deba al hecho de que las formas concéntricas sugieren una idea de perfección (de equidistancia con respecto a un centro) y de que el perímetro del círculo evoque el eterno retorno de los ciclos de la naturaleza (tal como en la tradición helenística lo proponía, por ejemplo, el uróboros).
A su vez, en los rituales mágicos es frecuente la separación de un espacio sacro respecto de uno profano; para esto, en la tradición del ocultismo occidental, se ha recurrido y recurre a los círculos mágicos; el espacio sacro —o al menos el del ritual— es el inscripto en tales círculos que, de este modo, cumplen funciones análogas a los mándalas orientales.
 





                                                                             
(Mándala tibetano de la tradición Naropa)
Naropa forma parte de la Guirnalda Dorada, lo cual significa que es sustentador del linaje Kagyu del Budismo Tibetano, y fue considerado un académico realizado, así como un gran meditador, es también conocido por haber enumerado y desarrollado las Seis Yogas de Naropa. Estas prácticas fueron diseñadas para ayudar a realizar de manera rápida la iluminación.
Muchos de los Karmapas han sido particularmente adeptos a una o más de las seis prácticas yóguicas, que fueron dadas por el Buda, y han sido transmitidas por medio de un linaje ininterrumpido a través de Tilopa hasta Naropa, y hasta nuestros días.





 (Mándala butanés)






                                                                                (Mándala Taizokai)

           
                                                                (Mándala Kongokai)